La tristeza y la soledad son esas amigas instantáneas que nos acompañan toda la vida. Sigilosamente, a unos cuantos pasos de nosotros, pacientes y disciplinadas nos siguen a todos lados para aparecerse, prontas, cada vez que la oportunidad las requiera. Saben que no son queridas ni añoradas, como la felicidad o el deseo, pero siguen fieles a nosotros sabiéndose necesarias para crear el equilibrio de esa experiencia que llamamos vida. Lo ideal es aprender de ellas, de su lealtad y disciplina, aprender a convivir con ellas y aveces aceptarlas con resignación. Les admiro, y por eso para no ofender a las pobrecillas cuando aparecen en mi vida intento ofrecerles mi mejor cara, para hacerles llevadera su existencia.
¡Cuántas cosas bonitas, Caperucita! No crea que la olvido, se me juntaron muchas cosas, todas a la vez, y tuve que dejar su carta durmiendo. Mañana salgo de viaje así que, al menos, recibirá una postal mensajera y voladora, que atravesará un océano con mis recuerdos. Me encanta verla tan activa con sus escritos reclamando el reconocimiento de autor/a, sus dibujos para un circo sin animales... Me encanta usted. Besos gordos, gordos, y alguno flaquito
Comentarios
abrazos,
yasmin
No crea que la olvido, se me juntaron muchas cosas, todas a la vez, y tuve que dejar su carta durmiendo. Mañana salgo de viaje así que, al menos, recibirá una postal mensajera y voladora, que atravesará un océano con mis recuerdos.
Me encanta verla tan activa con sus escritos reclamando el reconocimiento de autor/a, sus dibujos para un circo sin animales...
Me encanta usted.
Besos gordos, gordos, y alguno flaquito
Tu trabajo es fantástico Cecilia, un abrazo grande!
aires nuevos, felicitaciones y cariños!
Vivi
Estás invitada a participar de la luna naranja siempre!
www.lalunanaranja.blogspot.com
un abrazo
Coni Salgado
Hacía mucho que no pasaba por aquí y encontre cosas maravillosas.
Un abrazo muy colorido.
ToTo